Franco Zeffirelli: “Soy homosexual, pero no gay”
El director de ‘Jesús de Nazaret’ y de ‘Romeo y Julieta’ es católico, contrario al matrimonio y adopción gay y asesor del Vaticano en temas de imagen
El ya anciano director cinematográfico Franco Zeffirelli, autor de clásicos del cine como Jesús de Nazaret, Romeo y Julieta o Hermano Sol, Hermana Luna, confiesa en su Autobiografía: “Soy homosexual, pero no gay, una palabra que odio, que es ofensiva y obscena”.
Zeffirelli, cuyo verdadero nombre es Gianfranco Corsi, es un italiano universal que se declara católico, es totalmente contrario al matrimonio gay y, en consecuencia, a las adopciones por parte de ese tipo de parejas.
En sus memorias, el cineasta italiano explica que ha sido “siempre discreto en su sexualidad” y recuerda que “sólo diez años atrás” admitió en San Francisco que había tenido “experiencias con hombres”.
Nacido en Florencia en 1923, Zeffirelli, además de dirigir cine, es también director, diseñador y productor de óperas, teatro, cine y televisión.
Primer italiano a quien la reina Isabel II hizo caballero del Imperio Británico (2004), Zeffirelli tiene previsto presentar el próximo 14 de enero en el Teatro de la Ópera de Roma la Tosca de Giacomo Puccini.
“Me honra con su estima”
Zeffirelli no tiene ningún cargo en el Vaticano, pero se le considera el consejero del Papa en relación al mundo de la imagen. “El Santo Padre me honra con su estima y sabe que hoy la comunicación cinematográfica de la Iglesia es una ruina. Ratzinger ha restituido el orden en la doctrina y en la liturgia; no tolerará la anarquía deplorable en la representación de lo sagrado”, dice el director italiano.
“Es un Papa que no sonríe mucho, pero es un intelectual. Tiene una rígida estructura bávara”, añade Zeffirelli sobre la proyección pública de BenedictoXVI.
El director italiano tiene “contactos continuos con los más estrechos colaboradores del Papa, como el cardenal vicario Camillo Ruini y el obispo auxiliar de Roma Rino Fisichella, grandes y fieles amigos míos”, con los que colabora en la creación de “un directorio vaticano para la defensa de la fe en el cine, de la imagen de lo sagrado. La Santa Sede pretende ocuparse con mucha más atención”, dice.
“Estoy a disposición del Papa. Debo tener la total autoridad (que el Santo Padre no me negaría) para fulminar las continuas blasfemias que se hacen con la intención de hacer popular el mensaje cristiano”, continúa Zeffirelli, partidario de la misa en latín.
“En el Vaticano lo oigo repetidamente: las actuales películas sobre santos son un horror que la Santa Sede no sabe cómo parar. Si oficialmente me asignan una tarea de supervisión, me dedico a tiempo completo. Conozco personalmente a Ratzinger; es muy consciente de la importancia de la plasmación de lo sagrado”, agrega.
Zeffirelli es también un profesional de la imagen que ha colaborado con la Santa Sede como responsable de transmisiones televisivas. Desde las beatificaciones del jesuita Kolbe y la madre Teresa de Calcuta hasta la Missa Solemnis celebrada para conmemorar el bicentenario del nacimiento de Beethoven, la apertura de la Puerta Santa del Jubileo extraordinario de 1983, etc.
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