30 enero 2008

16/08: Benedicto XVI

HOMENAJE DE ROMA AL PAPA DE LA RAZÓN

Anclado en el Evangelio, comprometido con su tiempo

Y el Papa salió al balcón. Más de doscientas mil personas lo aclamaban, pero él, con esa sonrisa tímida y esa palabra tan eficaz como delicada, les pidió a todos callar: queremos rezar juntos, no conviene que demos de lado la oración. Sólo una vez rezado el Ángelus, la oración que recuerda cada día que el Misterio hecho carne ha acampado en la historia de los hombres, el Papa de las luces (como le ha llamado un periodista laico) se refirió a los acontecimientos de La Sapienza.

De la boca de Benedicto XVI no salió una sola palabra contra sus violentos detractores, ni tampoco una defensa articulada de las posiciones que no pudo exponer en La Sapienza. Tan solo una evocación cariñosa hacia la Universidad, ese ámbito en el que se ha forjado buena parte de la experiencia humana de Joseph Ratzinger, y que debe ser un espacio definido por la búsqueda de la verdad y el diálogo franco y respetuoso de las recíprocas posiciones. Y al final una recomendación a los miles de estudiantes y profesores presentes en San Pedro: "os aliento a todos a respetar siempre las opiniones de los demás y a buscar, con espíritu libre y responsable, la verdad y el bien".

Nunca se ha podido decir más, en menos palabras. La plaza estaba radiante bajo un cielo lleno de sol y la multitud aclamaba con hondura, sin falsa excitación, pero Benedicto XVI no quiso recrearse en la suerte; no es, ciertamente, su carácter. Lo que quería decir a La Sapienza está ya en todas las tribunas del mundo, y hasta un laicista extremado y sarcástico como Darío Fo ha reconocido que ese discurso merecía haber sido acogido en las aulas de la vieja universidad romana.

Y es que la plaza de San Pedro no ha sido sólo el escenario del abrazo del pueblo cristiano con su padre atacado, sino también el ágora de un bello abrazo del mundo católico con lo mejor del mundo laico italiano, que ha reconocido en Benedicto XVI a un interlocutor secretamente esperado. Uno de los exponentes más lúcidos e independientes de ese mundo, el ex comunista Giuliano Ferrara, ha escrito en el diario Il Foglio un precioso artículo titulado Aquel profesor y Papa de la razón, a disposición de su tiempo. Esa disponibilidad hacia el tiempo en que le ha tocado vivir, se manifiesta según Ferrara en el empeño del Papa Ratzinger de discutir sobre Estado y laicidad, sobre ética y ciudadanía, sobre ciencia e historia, sobre las raíces y el futuro de Europa, con toda clase de interlocutores, ofreciéndoles una ayuda inesperada en una época en que progresivamente se vacía el significado de vivir y de convivir. Ponerse a disposición de su tiempo, advierte Ferrara, sin dejarse devorar por él; acompañar con coraje y lucidez el aire de esta época, contrastándolo al mismo tiempo con la certeza perenne del Evangelio: ahí tenemos el retrato de Benedicto XVI, dibujado por un hombre que ha atravesado todas las tormentas ideológicas de los últimos cuarenta años y que aún continúa buscando.

Leyendo el discurso de Benedicto XVI dirigido a La Sapienza resulta fácil evocar la figura de Pablo en el Areópago de Atenas. Como el apóstol de las gentes, el Papa ha aceptado exponerse ante un auditorio en el que se mezclan la apertura y la sorna, la dureza de corazón y la seriedad humana, el drama y la frivolidad. Tras escuchar a Ferrara vemos que merecía la pena. La Iglesia no puede encerrarse tras la muralla sin traicionar su propia vocación, y por eso tiene que salir continuamente al encuentro de la razón y de la libertad del hombre de cada época, aun a riesgo de ser escarnecida y vituperada, como lo fue Pablo en la Atenas satisfecha de su saber y su poder. Sin embargo, el testimonio de Pablo plantó los cimientos de una amistad indestructible entre fe cristiana y filosofía.

Como subraya con vigor el Papa, el cristianismo no es la vía de escape para los deseos insatisfechos, sino el testimonio de un Dios que es Razón creadora, y al mismo tiempo, Razón que es Amor. El gran peligro del mundo occidental hoy es precisamente la autocomplacencia en su saber y su poder, que le empuja a despreciar la cuestión de la verdad. Y sin embargo siempre habrá hombres y mujeres que no acepten esa terrible mutilación, que peregrinan buscando en medio de la niebla para salir del laberinto del nihilismo. Quiera Dios que puedan encontrar el abrazo de una Iglesia que no teme compartir con ellos el camino de la vida, como nos ha enseñado Benedicto XVI.

Por José Luis Restán

15/08: New Age

La New Age o la nueva gnosis

La Nueva Era, en el fondo, es narcisismo y autismo misticoide

Uno de los rasgos que caracteriza a nuestro mundo es el renacimiento de las antiguas ideas gnósticas en la forma de la llamada New Age. Al margen de las afinidades entre algunos ingredientes del gnosticismo en cuanto sistema ideológico y la New Age, ésta puede ser catalogada como una forma de gnosis.

Esta nueva forma de gnosis se adentra en las profundidades del yo mismo, trata de explorar las fuerzas ocultas de la mente, de la conciencia, también en sus estratos inconscientes. La idea prototípica de la gnosis es que el ser humano se salva a sí mismo a través del conocimiento.

Según la New Age, el hombre debe aspirar a la expansión de la conciencia, es decir, a su desarrollo máximo hasta llegar al estrato freático de la energía crística. Cuando se llega a este nivel, se extingue la luz de los sentidos y de la razón.

El yo consciente queda, entonces, inundado por corrientes luminosas nuevas que lo llenan de gozo y de paz. Entonces aparecen los estados alterados de la conciencia y sus fenómenos derivados: la iluminación, los éntasis, los éxtasis, los viajes astrales, la clarividencia, la clariaudiencia, las locuciones o voces interiores y las mil y una formas de adivinación.

La New Age es radicalmente egocéntrica, o mejor, psicocéntrica. Pues el objeto de esta nueva forma de gnosis no es Dios, sino el hombre, pero no el hombre íntegro en su unidad psicosomática, sino su espíritu, su conciencia. Se niega la alteridad, la vinculación a otro ser, la religación con el Fundamento último de la realidad. De ahí la peculiaridad de la gnosis en cuanto iluminación o revelación.

La iluminación de la New Age, como la gnóstica, no consiste en un mensaje recibido de Dios distinto del hombre. Se trata de una autorevelación o iluminación interior, o sea, de un mensaje emitido en y desde el inconsciente, que se manifiesta sobre todo en los estados alterados de conciencia.

Los acólitos de la Nueva Era, como los gnósticos del siglo II, sienten una especie de horror a la doctrina dogmática proclamada desde fuera, desprecian la autoridad de la Iglesia católica en cuanto intérprete de la Revelación, aunque acepten las revelaciones individuales esotéricas.

El absoluto psicocentrismo de la New Age explica, asimismo, que su gnosis, como la gnóstica, sea también salvífica. El hombre se salva a sí mismo por sus propias fuerzas y esfuerzos.

Para tal salvación cuentan mucho los grados extraordinarios de expansión de la conciencia y de los llamativos fenómenos místicos, pero tienen también su importancia las actividades de la vida ordinaria bien hechas, la meditación o concentración psicológica, el optimismo voluntarista, el recurso a la medicina y dietética alternativas.

Así se llega, ya en esta vida, al estado de gozo, paz, armonía con uno mismo, con los demás, con el entorno ecológico y con el universo. Pero cada uno se salva por obra de la mente, no por la fe, ni por la gracia de Dios.

En definitiva, la New Age es una espiritualidad narcisista, cae en el autismo o ensimismamiento psico-misticoide, encerrado en sí mismo y al margen de la llamada cuestión social y de la preocupación por los demás, especialmente de los más necesitados. Tal situación es fruto del psicocentrismo y del fatalismo astrológico de la New Age, así como de su creencia en la reencarnación o renacimiento y en los ciclos cósmicos.

Desde la perspectiva de la New Age, las religiones institucionalizadas quedan reducidas a exteriorizaciones, más o menos fosilizadas y degeneradas, de ese núcleo común. Las diferencias existentes entre las diversas religiones serían producto del relativismo o de las circunstancias socioculturales, que son distintas en los diferentes pueblos, culturas y épocas históricas.

Este nuevo desafío no es algo radicalmente nuevo en la historia. Se trata de una nueva reformulación. Frente a la gnosis postmoderna, se debe reiterar una y otra vez que lo que salva es el amor y no el conocimiento, que quién salva es Dios y no el ser humano.

Fuente: Forumlibertas

23 enero 2008

14/08: Cristo

"El Jesús de Pagola no es el Jesús de la fe de la Iglesia"

El libro de Pagola hará daño
Carta Pastoral de Mons. Demetrio Fernández, obispo de Tarazona,
a propósito del libro de J.A. Pagola
Me llegan noticias de que el libro de J.A. Pagola (Jesús. Aproximación histórica, PPC, Madrid 2007, 544 pp) se está vendiendo como rosquillas. Incluso en una de mis visitas pastorales de hace pocos días, quisieron regalármelo como el mejor de los presentes. Así se lo habían sugerido en la “librería religiosa” de turno.

En nuestra hoja diocesana, común para todo Aragón (16.12.2007, p. 7), venía publicitado y recomendado como libro de formación. En muchas comunidades religiosas, es el regalo obligado de Navidad para una hermana o para la madre superiora, que lo pondrán disposición de todas, como el libro de moda. No han faltado diócesis, incluso, en donde se ha hecho una presentación cuasioficial de la obra, sembrando confusión en tantos fieles católicos. Algunos curas de mi diócesis me han preguntado perplejos por esta obra.

Si de un libro bueno se tratara, la difusión me alegraría, porque se trata de dar a conocer a Jesús. Pero leyendo detenidamente su contenido, me produce profunda preocupación que este libro se difunda tanto, y precisamente en torno a la Navidad. El “Jesús” de Pagola no es el Jesús de la fe de la Iglesia.

Este libro, que se lee con gusto por el buen estilo literario de su autor, sembrará confusión, también en mi diócesis, pequeña y humilde, que vive influenciada como todas por los fenómenos de masas, tantas veces provocados con gran aparato mediático.

Muchos de sus lectores no tendrán elementos de juicio, y confían que sus pastores les alerten de los peligros que pueden acechar su fe en Jesucristo, el Jesús que anuncia la Iglesia y que es el único salvador de todos los hombres. Movido por esta inquietud pastoral, escribo estas notas que no pretenden ser exhaustivas y animo a otros, pastores y teólogos, a que examinen con atención este libro que tanta difusión está teniendo, y que tanto daño puede hacer a nuestros fieles, sobre todo a los más sencillos.

Es un libro que presenta a un Jesús vaciado y rellenado, según la técnica de la desmitologización promovida por R. Bultmann, y que otros autores han seguido en las últimas décadas: E. Schillebeecx, J. Sobrino, etc. cada uno a su manera. Se trata de aplicar acríticamente el método histórico-crítico (en sí mismo válido, pero que tiene sus límites) e ir seleccionando aquello que cuadra con el a priori que uno se ha formado.

Por este camino podemos presentarnos un Jesús a nuestra medida y a nuestro gusto, según la moda del momento, y hacerlo además con argumentos de crítica histórica. Pero ese Jesús debe someterse críticamente a la fe de la Iglesia. Dicho de manera sencilla, se presenta un Jesús en el que se seleccionan rasgos, se amplían otros, se suprimen bastantes, sin ninguna referencia a la fe de la Iglesia, que de manera viva nos ha transmitido a lo largo de los siglos el Jesucristo auténtico, el único que puede salvar.

Hay un silencio total sobre la reflexión que a lo largo de la historia ha realizado la Iglesia, particularmente en los siete concilios ecuménicos de la Iglesia indivisa a lo largo del primer milenio. Es como si la Iglesia hubiera adulterado el mensaje y tuviéramos que acudir a las fuentes más puras para reencontrar al Jesús perdido, y todo ello so pretexto de historicidad.

Esto me suena al prejuicio de A. Harnack (1851-1930), historiador protestante liberal, maestro de R. Bultmann (1884-1976). Por el contrario, la monumental obra del católico A.Grillmeier (1910-1998), honrado con la dignidad cardenalicia en sus últimos años por Juan Pablo II, ha demostrado minuciosamente que la fe de los primeros concilios (sobre todo, Nicea, Éfeso y Calcedonia) ha sido una obra impresionante de deshelenización de la fe.

Es decir, cuando la fe sobre Jesucristo ha corrido peligro de ser asfixiada por el helenismo que era la ideología de la época, la Iglesia en Nicea (325), Éfeso (431) y Calcedonia (451) ha devuelto esa pureza de la fe, proclamando las definiciones que rezamos en el credo.
Las definiciones de los concilios, por tanto, no son encorsetamiento de la pureza evangélica en fórmulas dogmáticas que nos distancian del auténtico Jesús histórico, sino que, gracias a tales concilios, ha llegado hasta nosotros la pureza de la doctrina predicada por Jesús, ha llegado hasta nosotros la imagen auténtica de Jesús de Nazaret.

La Iglesia de todos los tiempos, también la Iglesia de nuestros días tiene esta preciosa y grave responsabilidad: la de rescatar a Jesús de las ideologías de moda y presentar el auténtico Jesús, el Hijo eterno de Dios hecho hombre, el Cordero de Dios que ha derramado su sangre por nosotros y por todos los hombres, para el perdón de los pecados, el Jesús de Nazaret que nos presentan los evangelios y los demás escritos del Nuevo Testamento, el que la Iglesia ha presentado a lo largo de los siglos como el único salvador de todos los hombres.

Jesús es Dios, sabe que es Dios y habla continuamente de ello. J.A. Pagola elude este aspecto fundamental del perfil de Jesús. A lo sumo, admite que el título “Hijo de Dios” se lo dieron los cristianos tardíos de la primera comunidad. Jesús sería el profeta de la compasión de Dios. La tentación arriana, que ha recorrido la historia del cristianismo reduciendo a Jesucristo a un hombre excepcional, pero que no es Dios consubstancial al Padre, asoma en el conjunto de la obra, pero si Jesús no es Dios como su Padre, no podrá divinizarnos, y la salvación que nos aporta queda diluida simplemente en un buen ejemplo.

Jesús ha tenido conciencia de su muerte redentora. Es decir, ha vivido y ha caminado con plena libertad hacia el momento supremo de entregar su vida en rescate por todos los hombres. La muerte no es un accidente en la historia de Jesús, la muerte para Jesús es el momento supremo de la glorificación por parte del Padre, porque él entrega su vida para el perdón de los pecados. Para J.A. Pagola, Jesús es un terapeuta que acoge al hombre pecador. No hay perdón-absolución, sino perdón-acogida, y es que el autor ha vaciado de contenido el sentido del pecado, como ofensa a Dios, que Jesús restaura con la ofrenda sacrificial de su vida.

Remito a estudios más detallados, que han comenzado a aparecer tras la publicación de este libro de J.A. Pagola. En la página web de la diócesis de Tarazona ( http://www.diocesistarazona.org) aparecen algunas recensiones del libro (J. Rico, J.A. Sayés, J.M. Iraburu, L. Argüello). Nos encontramos ante una presentación de Jesús, que hará daño, sobre todo a quienes no tienen elementos de juicio para leerla críticamente. Es función de los pastores llamar la atención sobre esta presentación de Jesús, que no se atiene a la fe de la Iglesia. Que la luz del Verbo encarnado disipe todo tipo de tinieblas, sobre todo las que pueden cernirse sobre la figura de Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre.

+ Demetrio Fernández, obispo de Tarazona, Navidad 2007


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13/08: Europa

"Europa: razón y raíces"
Marcello Pera, ex presidente del Senado de la República de Italia

Los valores liberales y democráticos nacen del cristianismo. Por tanto, todos los demócratas deberían estar atentos a esos valores de la tradición que dio origen a Europa y a la cultura occidental. Defender los valores propios de la tradición judeo-cristiana es un deber de todos.

Hace unos años el entonces cardenal Ratzinger y yo, cuando ocupaba la presidencia del Senado italiano, publicamos «Sin raíces», libro que en español fue editado por Península. Me dedico a la filosofía de la ciencia, y era y sigo considerándome agnóstico. Cada uno desde nuestros respectivos puntos de vista, en el libro intentamos hablar sobre Europa y su situación actual, marcada ahora no sólo por el relativismo, sino también por el cristianismo y -en los últimos tiempos- por el Islam. De aquel análisis surgió un diagnóstico, en el que curiosamente coincidimos.

En aquellos momentos llamó poderosamente la atención a la opinión pública que un agnóstico como yo hablara de las raíces cristianas de Europa. ¿No está un no creyente en contra de todo pensamiento religioso, venga de donde venga? A mí me parecía lo contrario: el laico -término que usamos en Italia como contrapuesto a creyente- no tiene por qué rechazar el pensamiento religioso. Mi postura en ese momento era más bien pragmática: el cristianismo en Europa es un hecho histórico incontestable, algo que no se puede negar. «Y un árbol sin raíces, se seca», vino a recordar el cardenal Ratzinger ante el pleno del Senado italiano, en un discurso memorable. Y yo estaba de acuerdo con este diagnóstico.

También Habermas manifestó su convergencia con Ratzinger en este mismo punto, en un encuentro en Munich en 2004. El día 19 de este mes, en el marco del simposio «Culturas y racionalidad», organizado por la Universidad de Navarra, tuve la oportunidad de confirmarme en estas tesis. Existen por ejemplo -decía ahí- conquistas como la razón, la libertad y la dignidad de la persona, que están en el origen de Europa y que forman parte de su identidad diferencial.

Esto es lo que -a mi modo de ver- vino a señalar Benedicto XVI en el famoso discurso de Ratisbona. El tema no era el islam, como algunos quisieron entender. Lo que se venía a decir es que las conquistas de una civilización deben llegar a ser universales, esto es, que son buenas para todos, y que deben ser defendidas por todos. La paz, la razón y la libertad han de vivir en el seno de todas las religiones. Y esto es algo positivo que debe ser aceptado y defendido incluso por un no creyente. El verdadero Estado laico no excluye por tanto la religión.

Yo distinguiría entre Estado «laico» y «laicista». Por «laico» entiendo el Estado que está separado de cualquier Iglesia y actúa de modo autónomo. El pensamiento laico se desarrolla de modo racional, pero no excluye la dimensión religiosa. El «laicismo», por el contrario, es una ideología que se propone eliminar la dimensión religiosa del hombre.

Los valores liberales y democráticos nacen del cristianismo. Por tanto, todos los demócratas deberían estar atentos a esos valores de la tradición que dio origen a Europa y a la cultura occidental. Defender los valores propios de la tradición judeo-cristiana es un deber de todos, porque la democracia necesita fundamentos sólidos, compartidos por todos los ciudadanos.

Por eso me parece a mí que no son estas conquistas exclusivas de los cristianos. Si ha tenido lugar un feliz hallazgo, éste ha de ser disfrutado y respetado por todos, también por parte de un ateo, un agnóstico o un creyente de otra religión distinta de la cristiana. Ahí el cardenal Ratzinger sacó a relucir una frase de Pascal que dirigía a sus amigos ateos: «Velut si Deus daretur» (como si Dios existiera). Se trataba de evitar la propuesta nihilista de Iván Karamazov: si Dios no existe, todo está permitido. Hay en nuestra sociedad claras muestras de esta letal arbitrariedad. Pascal por el contrario les sugería a sus amigos no creyentes -laicistas, se llamarían ahora- que lo mejor para todos es funcionar como si Dios existiera. «Velut si Deus daretur»: esto garantiza unas reglas de juego de las que todos salimos beneficiados.

Sostengo que Occidente ha ido demasiado lejos en la apostasía y en la renuncia de sus propias raíces judeocristianas. El «todo vale» acaba por ir en contra del hombre, sea este cristiano o no. Una conquista que ha durado siglos, sangre y no pocos errores debe ser mantenida no porque sea cristiana, sino porque es un acierto y la mejor de las posibles para todos los ciudadanos europeos. No hace falta ser creyente para apreciar los valores de una civilización.

En este hermoso árbol de Europa hay ya unas cuantas ramas secas, que van incluso contra los mismos orígenes del Estado moderno. En esto coincidió con el cristianismo, el cual también quería defender la razón, a la persona y a su libertad. ¿Por qué entonces rechazar este avance común? El ir en contra de estas raíces judeocristianas supone, en el fondo, un suicidio para Europa y Occidente. Para evitar que todo el árbol se seque y se derrumbe (o caiga fulminado por un rayo), nos viene bien ahondar y profundizar en esas raíces. Rescatarlas no es un acto creyente, sino de mera supervivencia. Y en esto estábamos de acuerdo Ratzinger y yo.

21 enero 2008

12/08: Testimonio

Kezman, goleador: “Antes me daban pena los monjes, ahora envidio su servicio a Dios”

El delantero del Fenerbahce turco, Bota de Plata 2003, dice que “Dios le ayuda” contra sus adicciones.

Fue Bota de Plata en 2003, conflictivo y adicto a los tatuajes. Sin embargo, el goleador Mateja Kezman proclama ahora su religiosidad y asegura que “antes sentía pena por los monjes, pero ahora les envidio su estilo de vida y su servicio al Señor”.

El hasta hace poco díscolo delantero, actualmente en las filas del Fenerbahce de Estambul, afirma también que “merced a la ayuda de Dios” ha conseguido superar su adicción a los tatuajes.

Kezman, con ocasión de la celebración este lunes, 7 de enero, de la Navidad en Serbia, siguiendo la tradición del calendario juliano que aplica la Iglesia cristiano-ortodoxa, confesó que le atrae la vida de monje: “antes, visitando monasterios, sentía pena por los monjes, pero ahora les envidio su estilo de vida. Es lo máximo del servicio al Señor. Es muy difícil vivir en este mundo y respetar todos los mandamientos de Dios”, dijo.

“Rezando con el Señor”

El que fuera gran goleador del PSV y que disputó la Bota de Oro en 2003 a Roy Makaay, quien al final se alzó con el triunfo, dijo que pasó la Navidad en un hotel turco “solo con el Señor, rezando”. “Quería haber estado con mi familia, pero tuve compromisos con mi equipo”, añadió.

El jugador de 28 años admitió que ayuna regularmente todos los miércoles y viernes y que su fe es cada vez mayor: “Intento pasar el mayor tiempo posible pensando en Dios y visito monasterios siempre que puedo. Estoy agradecido a Dios por haberme permitido conocer la fe y estar en compañía de la gente que sirve a Él”.

Kezman admitió también su adicción a los tatuajes: “Sí, es mi vicio. Otros tienen el vicio del alcohol, tabaco o mujeres, mientras en mi caso son los tatuajes”.

“Sin embargo, siento que me obsesionan cada día menos, merced a la ayuda de Dios”, continuó el astro serbio y futbolista más caro en la historia del Fenerbahce, que pagó 15 millones de euros al Atlético en el 2006.

Kaká, pastor evangélico

Con sus declaraciones, Kezman viene a sumarse a otros futbolistas de élite que han proclamado públicamente su religiosidad, como es el caso del brasileño Kaká, quien ha mostrado su disposición a ser “pastor evangélico” cuando cuelgue las botas.

“Me gustaría mucho. Es un recorrido de mucho empeño. Hay que estudiar teología, seguir un curso, profundizar en las enseñanzas de la Biblia. Un pastor evangélico lee la Biblia y transmite sus preceptos”, dijo Kaka recientemente en una entrevista al mensual italiano GQ.

El virtuoso futbolista brasileño considera que en la sociedad actual “no es fácil aplicar las cosas escritas hace miles de años”. “Pero es el deber de un buen pastor, actualizar las enseñanzas de la Biblia”, añadió Kaka en la entrevista.

11/08: Benedicto XVI y la Universidad

La izquierda italiana con el Papa y contra la intoletancia anticlerical

El rector de ‘La Sapienza’ invitará de nuevo a Benedicto XVI; diarios de izquierdas, todo el arco político y los universitarios condenan la censura contra el Pontífice

Benedicto XVI se vio obligado a suspender este jueves, 17 de enero, la intervención que tenía previsto realizar en el acto de inauguración del nuevo año académico de la Universidad de La Sapienza, donde había sido invitado, ante las protestas de un reducido número de profesores y alumnos.


El origen del conflicto es una cita ajena al Papa, sobre Galileo, que el Pontífice leyó sin asumirla en 1990. Los extremistas utilizaron esa cita como si se tratara del pensamiento de Benedicto XVI para boicotear su intervención en La Sapienza.


La reacción no se ha hecho esperar. Todo el arco político italiano, desde la derecha hasta la izquierda más representativa, incluido el presidente de la República, han condenado la intolerancia contra el Papa.


Otro tanto han hecho representantes estudiantiles en nombre de todo el colectivo de estudiantes de la Universidad de Roma, conocida por su nombre histórico de La Sapienza. Incluso medios de comunicación de izquierdas han lamentado el anticlericalismo de unas protestas injustificadas.


Era una cita, no su pensamiento


Una carta firmada por 67 profesores, el 1,4% del personal docente de la universidad más voluminosa de Europa, con 4.767 profesores y 150.000 alumnos, fue el detonante que decidió a Benedicto XVI a suspender su presencia en el acto de apertura del año académico.


La carta recordaba un discurso de Joseph Ratzinger sobre Galileo, pronunciado en Parma el 15 de marzo de 1990. El entonces cardenal tomó cuatro párrafos de pensadores, entre ellos uno de Paul Karl Feyerabend, que escribió años antes un texto mencionado por el Papa en su discurso, aunque sin asumirlo.


El texto decía lo siguiente: “La Iglesia de la época de Galileo se atenía a la razón más que al propio Galileo, y tomaba en consideración también las consecuencias éticas y sociales de la doctrina galineana. Su sentencia contra Galileo fue racional y justa, y sólo por motivos de oportunidad política se pudo legitimar la revisión”.


Sin embargo, el Papa no mencionó lo suficiente que esa cita era de otro pensador. Al finalizar su discurso, esta vez de cosecha propia, Ratzinger dijo: “Sería absurdo construir sobre la base de estas afirmaciones una apresurada apologética. La fe no crece a partir del resentimiento y del rechazo de la racionalidad, sino de sus fundamentales afirmaciones y de su inscripción en un criterio mayor”.


La izquierda, con el Papa


¿Por qué las palabras del Papa se han tergiversado de tal manera? Esa es la pregunta que se hacen todos los políticos de derecha e izquierda con criterio y un poco de sentido común, que han criticado en los términos más duros a los artífices de la protesta anticlerical.


Incluso el actual presidente de la República, Giorgio Napolitano, un ex comunista bastante ortodoxo, ha enviado una carta de excusas al Pontífice; y también el secretario general del Partido de Refundación Comunista, Franco Giordano, que forma parte del Gobierno, ha criticado la censura al Papa.


Al mismo tiempo, el profesor de Filosofía Teorética y Política de la universidad de Roma Giacomo Marramao, contrario a la invitación al Papa, reconoce en tono crítico que “por primera vez nos encontramos en Italia con que entre los sostenedores del papel público de la Iglesia no hay sólo creyentes, sino un bloque importante de laicos, incluso ateos, que defienden como cruzados el papel de la Iglesia”. “Italia es el único país en el que lo que opina Ratzinger tiene incidencia en la vida política”, añade Marramao.


Cabe recordar que, precisamente, unos de los principales laicos ratzingerianos, el periodista Giuliano Ferrara, en un mitín celebrado en Milán, calificaba el aborto de “homicidio perfecto”.


“Algo se ha roto”, dice La Repubblica


También los medios de comunicación han denunciado la intransigencia del grupo de profesores y alumnos contrarios a la presencia del Papa en La Sapienza.


Llama la atención que un diario de centro izquierda como La Repubblica, el equivalente a EL PAÍS en España, que a buen seguro nunca publicaría algo así, lamentara en primera página que “hasta ayer éste era un país tolerante. Algo se ha roto, dramáticamente, ante los ojos del mundo entero”, “El papa se ha visto obligado a cambiar su programa para evitar las protestas en una Universidad que lo había invitado”, añadía Enzio Mauro, director de La Repubblica.Según Mauro, “el resultado es un cortocircuito cultural y político de impacto mundial [...] Esto tiene sabor de censura y de rechazo del diálogo. Es inaceptable que suceda en la más importante de las Universidades públicas de Italia”.También el diario La Stampa de Turín consideraba lo sucedido como “una derrota del mundo laico”.


Estudiantes amordazados


El mismo día de la inauguración del Año Académico, en el Aula Magna de la Universidad de Roma, jóvenes universitarios se solidarizaron con el Papa haciendo acto de presencia amordazados con pañuelos blancos en señal de protesta contra la minoría de ultraizquierda que rechazó la presencia de Benedicto XVI.


Y en la audiencia general del Papa, un buen grupo de ellos mostraban enormes pancartas en las que se podía leer: “Si Benedicto no viene a La Sapienza, La Sapienza va a Benedicto”, al mismo tiempo que gritaban “¡Libertad! ¡Libertad!”, refiriéndose a la expresión.

“Hemos venido para decir que estamos más que nunca con el Papa” señaló Christian Buonafede, quien le hubiera dado la bienvenida a Benedicto XVI en su suspendida visita a la Universidad de Roma.


Nueva invitación


Asimismo, el rector de La Sapienza, Renato Guarini, ya ha anunciado que volverá a invitar al Papa a visitar esa institución académica.

Presentaré una nueva invitación al Papa Benedicto XVI”, dijo tras la ceremonia de inauguración del Año Académico 2007-2008.

El rector aseguró que cumplirá con este gesto “interpretando el deseo de la mayoría de la comunidad académica de la Universidad”.


El Vaticano, por su parte, “invita a todos los fieles y a todos los romanos a acudir a la plaza de San Pedro para la oración del Ángelus el próximo domingo 20 de enero” para que respalden al Papa tras la histórica renuncia de Benedicto XVI a acudir a La Sapienza.


Fuente: forumlibertas

17 enero 2008

10/08: Ecumenismo

Oración y Caridad

Uno de los escándalos más graves que ensombrecen la belleza de la Iglesia de Cristo es la división entre los cristianos ¿Por qué estamos separados? La causa más profunda de la división se encuentra en el corazón de hombre que nos ha llevado a dejar de lado el ardiente deseo de Nuestro Señor: "que todos sean uno, como Tú Padre en mí y Yo en tí".

Desde siempre la Iglesia ha procurado mantener su unidad visible, pero especialmente en estos tiempos cuando el Espíritu Santo ha suscitado un único movimiento que busca la plenitud de la unidad que quiere Jesucristo.

No se da verdadero ecumenismo sin conversión interior, los anhelos de unidad nacen y maduran a partir de la renovación espiritual, de la abnegación de sí mismo y de la efusión generosa de la caridad, afirma el Concilio Vaticano II. En efecto, solo la unidad de los cristianos progresará por medio de la oración y la caridad.

La oración y la caridad son medios de unión con Cristo. En efecto, solo la oración -que es estar con Jesucristo- nos lleva a participar de su ser que es misión desde el Padre a los hombres. De este modo, abrirnos a Nuestro Señor es apertura nueva a los demás. Solo desde esta manera es posible ir hacia la plenitud de la unidad. Es evidente que cualquier renuncia a la verdad de lo que es Cristo no es verdadero ecumenismo, pues sería unirse a una figura nuestra medida.

"No ceséis de orar" es el mensaje escogido para el Octavario para la unidad de los Cristianos que comienza mañana y cumple cien años, publicado en la web del Vaticano. por otra parte, la Conferencia Episcopal española ha publicado un documento con ocasión del Octavario donde resalta los avances de la reconstrucción de unidad visible de la Iglesia y la necesidad del ecumenismo espiritual.

Autor: Roberto Avilés

09/08: Ecumenismo

SEMANA DE ORACION POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS

CIUDAD DEL VATICANO, 15 ENE 2008 (VIS).-El próximo viernes comienza la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, que tradicionalmente se celebra del 18 al 25 de enero.

El tema elegido para 2008 es: "No ceséis de orar (1 Tes 5,17)". Los textos han sido preparados conjuntamente por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y la Comisión Fe y Constitución del Consejo Mundial de Iglesias.

Cada día de esta semana tendrá un tema distinto:

18 de enero: "Orad siempre. "No ceséis de orar (1 Tes 5,17)".

19 de enero: "Orad siempre, no tengáis confianza más que en Dios. "Manteneos en constante acción de gracias (1 Tes 5,18)".

20 de enero: "Orad sin cesar por la conversión de los corazones. "Animad a los tímidos y sostened a los débiles (1 Tes 5,14)".

21 de enero: "Orad sin cesar por la justicia. "Mirad que nadie devuelva mal por mal; al contrario, buscad siempre haceros el bien los unos a los otros y a todos (1 Tes 5,15)".

22 de enero: "Orad sin cesar con un corazón paciente. "Tened paciencia con todos (1 Tes 5,14)".

23 de enero: "Orad siempre para obtener la gracia de colaborar con Dios. "Estad siempre alegres. No ceséis de orar (1 Tes 5,16)".

24 de enero: "Orad porque tenemos necesidad. "Sostened a los débiles (1 Tes 5,14)".

25 de enero: "Orad siempre para que sean uno. "Que la paz reine entre vosotros (1 Tes 5,13b)".

Aunque la fecha tradicional para la celebración de esta semana de oración es el mes de enero, sin embargo, en el hemisferio sur -al ser tiempo de vacaciones- las Iglesias buscan a veces otros días. Por ejemplo, alrededor de Pentecostés, que también es una fecha simbólica para la unidad de la Iglesia, y que había sido sugerida por el movimiento Fe y Constitución en 1926.

El viernes 25 de enero, fiesta de la Conversión de San Pablo Apóstol, Benedicto XVI presidirá a las 17,30 en la basílica de San Pablo Extramuros la celebración de las Vísperas, con la que clausurará la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos.

14 enero 2008

08/08: Iglesia

OFENSIVA CONTRA LA IGLESIA

Tras el 30-D, la verdadera tarea

Hay un aire patético y surrealista en esta representación teatral de un Gobierno y un partido, que supuestamente han salido en tromba a defender la democracia frente a los peligros de un neoconfesionalismo católico. Si no fuese por los fantasmas de nuestra historia, sería de carcajada.

Zapatero y su entorno no soportan la resistencia cívica, tan pacífica pero elocuentemente plasmada en la plaza de Colón, a su proyecto cultural. Es significativo lo que el presidente responde a Suso de Toro en la página 150 de su libro Madera de Zapatero. Retrato de un presidente: "…saben que hay un proyecto, se han dado cuenta de que hay un proyecto de alcance en valores culturales, y por tanto ideológicos, que pueden definir la identidad social, histórica, de la España moderna, por mucho tiempo".

Efectivamente, la pretensión de un cierto entorno intelectual del presidente consiste en dar una nueva identidad a la España moderna, y eso implica (lo vemos día a día y página a página en El País) derrotar cultural y políticamente al factor católico que pervive en la sociedad española. Una celebración como la del 30-D, viene a decirle a ZP que las cosas no son tan sencillas, y que el experimento histórico del que se muestra tan orgulloso encuentra una resistencia notable.

En un gesto habitual en él, Zapatero se ha puesto digno y ha buscado una frase célebre para decirnos que en el ADN de la democracia está no imponer a nadie la fe, ni la moral, ni las costumbres. Bien dicho, Presidente. Lo que ocurre es que podríamos recomendarle aquello de mirar la viga en el propio ojo antes de denunciar la paja en el ajeno. La concentración del 30-D ni podía ni quería imponer la fe o la moral a nadie. Sencillamente fue un testimonio coral, festivo y razonado, del valor de la familia tal como lo reconocen y experimentan millones de personas en la España que gobierna Zapatero. Por el contrario, este Gobierno sí que ha utilizado su poder para intentar modelar las convicciones morales compartidas por la sociedad: una legislación que ha roto consensos básicos sobre cuestiones vitales como el matrimonio y la familia, la imposición de una asignatura obligatoria de formación moral de las conciencias, y unos medios públicos al servicio del proyecto gubernamental. Lo que está en el ADN de la democracia es que el poder político no se constituya en fuente de los valores, y no pretenda imponer su visión del mundo al conjunto de una sociedad a la que coyunturalmente gobierna.

Según parece, lo que más ha irritado a Zapatero ha sido la afirmación del Cardenal Rouco de que se ha producido un retroceso respecto a lo afirmado por la Declaración Universal de los Derechos Humanos en cuanto a la familia. La pretensión del progresismo bobalicón no puede aceptar ni siquiera la posibilidad de un retroceso de esa naturaleza, porque cree en el dogma del avance irreversible de la historia. En todo caso, si un cardenal de la Iglesia no pudiera cuestionar públicamente la evolución de nuestra legislación en una materia de hondo calado moral como es la familia, estaríamos en un escenario verdaderamente preocupante para nuestra democracia. Por suerte lo puede hacer y lo hace, aunque sea a costa de una denigración pública de dimensiones alucinantes, como hemos visto la pasada semana.

Pero junto al problema de fondo, hay que contemplar también los intereses electorales de un PSOE que busca desesperadamente movilizar hasta el último de sus votos posibles, pensando que la excitación de los viejos fantasmas de una Iglesia que busca imponer su visión de las cosas, puede reportarle algunos beneficios en una franja de la izquierda que nunca se ha curado de los tópicos más rancios. Y así es como el complejo PRISA-PSOE ha diseñado en el tránsito del año nuevo una estrategia, tan burda como irresponsable, que incluye la triste colaboración de la autodenominada corriente de Cristianos Socialistas.

Ahora que el poder político brama y trata de asustar, no deberíamos caer en el error de concederle más importancia de la que tiene. Zapatero no puede suprimir a la Iglesia de la escena, pero tampoco es el origen de nuestros males y de nuestras debilidades. La nefasta política de esta legislatura no está en la raíz de la debilidad del tejido familiar en España, ni de la disolución de las grandes certezas que lo sustentan. Nuestra sociedad padece una crisis espiritual, moral y cultural que Zapatero azuza, pero cuyas raíces son mucho más profundas. Por eso la movilización y el peso socio-político que de ella deriva, no puede ser la única ni la principal medicina. Él éxito del 30-D se debe a que durante estos años se ha mantenido un tejido comunitario y un trabajo educativo que han permitido a muchos católicos mantener vivas sus razones a pesar del vendaval. De aquel inolvidable domingo nos quedan dos palabras esenciales que ni la marabunta gubernamental ni la autocomplacencia deben sepultar: educación y testimonio. Ambos exigen una implicación renovada, libre y creativa de las comunidades cristianas, más allá de la estéril dialéctica en la que el PSOE nos trata de embotellar.

Autor: José Luis Restán

Fuente: forumlibertas


11 enero 2008

07/08: La Iglesia

Ofensiva contra la Iglesia y los católicos

El gobierno y el partido socialista han reaccionado en unos términos que resultan peligrosos para la democracia, frente a la gran concentración de católicos del pasado día 30, en Madrid.

El peligro nace no del hecho de que aquel partido reaccionara legítimamente a unas críticas, sino a la naturaleza de las mismas. Querer negar, como hacen, el derecho a criticar las leyes aprobadas por el Congreso de los Diputados, y presentar esta crítica como un “imponer” significa liquidar un principio fundamental de todo régimen democrático: el de discrepar de las leyes si así se considera, el de buscar su modificación y el de movilizarse en este sentido.

Solo una concepción totalitaria niega tal posibilidad. Baste recordar que el partido socialista cuando ha estado en la oposición también ha descalificado con dureza leyes democráticamente aprobadas, como la de enseñanza, y cuando ha podido la ha derogado. ¿Por qué ahora esta crítica se les niega a los católicos? ¿Es que un laico católico, un obispo o un cardenal por el hecho de serlo ven coartados sus derechos como ciudadanos?

Otra línea crítica que también encierra un sentido pervertido de la democracia es la que niega el derecho a manifestarse políticamente si uno no se presenta a las elecciones, si no se hace en nombre de un partido. Esta es una idea restrictiva que margina la primacía de la sociedad civil de la que la Iglesia es una parte muy importante en España, y a la que los partidos políticos deben escuchar y buscar el encauzamiento de sus opiniones.

Cuando se quiere negar esta posibilidad, cuando todo se quiere reducir a un juego de elecciones y partidos, significa que la democracia se ha convertido en partitocracia.

Una tercera línea crítica del PSOE es estrictamente táctica, pretende presentar una Iglesia dividida entre buenos y malos, en función de la vibración crítica que emita cada persona en relación a las leyes. Es un católico “bueno” aquel que aplaude a Zapatero, y es “malo” si hace lo contrario.

Pero la Iglesia es solo una y dice lo mismo en todas partes. Criticar las extrañas leyes españolas en materia de matrimonio y divorcio, insólitas en occidente, es la consecuencia lógica de la propuesta positiva que la Iglesia hace sobre la relación entre hombre y mujer en el ámbito de su unión personal.

Con todo esto el gobierno ha conseguido relegar al olvido el hecho más importante de todos. Con independencia de que le parezca bien o mal, el domingo 30 de diciembre se produjo una concentración de personas en un número extraordinario que se manifestaron abiertamente críticas, una vez más, con aspectos concretos de su política.

Si Rodríguez Zapatero tuviera un mínimo de sensibilidad democrática, debería buscar la forma de tender puentes, de dialogar en estos temas tan criticados, en lugar de dedicarse a perseguir a aquellos ciudadanos que discrepan políticamente.

Fuente: forumlibertas

06/08: Amor y paciencia

Llegaron los reyes


El pasado día seis, los Reyes Magos de Oriente vinieron a casa cargados de regalos. Cuando nos levantamos, encontramos los presentes junto al Belén, cariñosamente envueltos, cada uno con su nombre.

Teresita, que tiene cuatro años, fue la que más disfrutó. Abría uno a uno, con cuidado, con cariño, con asombro y con agradecimiento. El último era un muñeco que, supuestamente, debía hablar, reír, llorar y decir; mamá, tengo sueño, etc. Al ponerle las pilas, un disco grababa la voz de la pequeña mamá diciendo el nombre de su bebé para, así, identificar su voz y permitir que el bebé pudiera contestar a la llamada de su mamá. Resultó que el disco no funcionaba bien y decía lo siguiente; “hola joven mamá, dime el nombre de tu bebé”, Teresita contestaba; Juan. Entonces el disco repetía; “ahora dímelo de nuevo” y Teresita repetía; “Juan”. El disco, en vez de grabar el nombre volvía a pedir una y otra vez que le dijeran el nombre del bebé. El disco parecía rayado. Lo intentó mi marido hasta que desistió. Lo intenté yo, lo intentó Jaime, lo intentó Bea y lo intentó la abuela. Lo intentamos todos, hasta que nos cansamos de oír el disco repetirse una y otra vez. Era una especie de pesadilla.

Llegamos a la conclusión de que el bebé no funcionaba y que debíamos cambiarlo por otro. Lo metimos en su caja y lo dejamos en el hall de entrada para no olvidarnos de hacer el cambio. “Es lo que hacemos los adultos, cuando algo no funciona lo cambiamos, cuando algo está defectuoso concluimos que no nos sirve, cuando alguien no hace lo que queremos nos impacientamos”. Pero Teresita iba una y otra vez al hall de entrada, sacaba a su bebé de la caja, lo cogía en brazos y se pasaba horas muertas contestando al disco rayado que su bebé se llamaba Juan. Eso hizo durante innumerables ocasiones. Cogía al bebé con un cariño impresionante, le cantaba, le hablaba, le ponía a dormir y respondía al disco una y otra vez que su bebé se llamaba Juan. No entendía porqué queríamos cambiarlo por otro porque era su bebé, era el bebé que le habían traído los Reyes Magos. Y, ¿qué ocurrió? Pues que al cabo de dos o tres días, el disco dejó de repetirse y funcionó. Ahora, cada vez que Teresita llama a Juan, el bebé contesta a su pequeña mamá.

Así que el bebé ¡ya no está roto!, quizás nunca lo estuvo. Simplemente será que el disco estaba un poco defectuoso pero la paciencia de Teresita lo arregló. Ver a mi hija Teresita repetir el nombre de su bebé una y otra vez, sin cansarse, con una sonrisa y con toda la paciencia del mundo me hizo reflexionar… ¿Cuántas veces nuestros hijos, nuestros maridos, nuestros amigos, nuestros seres queridos y las personas que nos rodean nos resultan defectuosos por nuestra falta de paciencia? ¿Cuántas veces se podrían subsanar esos defectos con un poco de paciencia y cariño? ¿Cuántas veces cambiamos a las personas que tienen algún defecto porque nos ponen nerviosos o porque no cumplen nuestras expectativas? Y comprendo mejor aquello que decía Jesús de que para entrar en el Reino de los Cielos debemos ser como niños.


Autor: Beatriz Ozores

10 enero 2008

05/08: Arguments

"No tiene razón, grita demasiado" replica uno de los personajes de W. Shakespeare. Los autores del "blog" que presentamos piensan y escriben sobre los temas de antropología y ética que se debaten en la calle. No gritan por eso convencen.
El nombre del blog expresa muy bien la fuerza de sus artículos: Arguments (http://homearguments.blogspot.com/)

09 enero 2008

03/08

La educación católica: un beneficio para todas las zonas “calientes” del planeta

250 mil escuelas y 3,5 millones de profesores difunden “un proyecto educativo centrado en una clara idea de persona”; documento vaticano impulsa la colaboración entre consagrados y laicos en estas escuelas

“La presencia de la escuela católica es una voz significativa que se propone con un proyecto educativo centrado en una clara idea de persona, y orientado según una precisa visión pedagógica”, subrayó este martes, 20 de noviembre, el subsecretario de la Congregación vaticana para la Educación Católica, Angelo Vincenzo Zani.

En la presentación del nuevo documento del dicasterio, Educar juntos en la escuela católica. Misión compartida de personas consagradas y fieles laicos, Zani explicó que la escuela católica desarrolla su misión educativa en todas las áreas geográficas, incluidas las que carecen de libertad religiosa y ventajas sociales o económicas, o sea las regiones “calientes” del planeta.

“Con una sorprendente capacidad de responder a las emergencias y necesidades formativas, a pesar de que haya grandes dificultades”, unas 250 mil escuelas, con unos 42 millones de alumnos y 3,5 millones de profesores, busca la educación integral de la persona.

De estos alumnos, 10 millones están en África, 12 millones en América, 10 millones en Asia, 9 millones en Europa y 800 mil en Oceanía. La población escolar (en instituciones de todo orden y grado) del mundo es de mil millones de personas.

Ejemplos concretos

Según informa la agencia zenit, Monseñor Zani pasó a exponer algunos ejemplos concretos incluidos en el documento, como es el caso del Líbano, donde “el programa de la escuela católica tiene como objetivo principal llevar a los jóvenes al diálogo y a la colaboración entre musulmanes y cristianos”, dijo.

En este país, de los 210 mil alumnos de las escuelas católicas, pertenecientes a las 18 confesiones religiosas presentes en el territorio, el 63% son católicos, el 12,6% cristianos de otras confesiones, y el 24,4% no cristianos, en su mayoría musulmanes.

Con respecto a Tierra Santa (Estado de Israel, Territorios Palestinos, Jordania), ofrece más ejemplos emblemáticos de esta misión educativa: en las escuelas católicas el 55% de los alumnos son cristianos; el 45% no cristianos, en su mayoría musulmanes, pero también algunos judíos.

En el caso de Bosnia, en plena guerra de los Balcanes, la archidiócesis de Sarajevo fundó tres escuelas, Escuelas para Europa, para acoger alumnos serbios, croatas y musulmanes.

Escuela católica, “experiencia de comunión”

Al mismo tiempo, el Vaticano ha presentado un documento motivado por el convencimiento de que “la experiencia educativa de la escuela católica hay que pensarla y construirla como una experiencia de comunión”.

Educar juntos en la escuela católica. Misión compartida de personas consagradas y fieles laicos es un documento por el Papa y publicado por la Congregación vaticana para la Educación Católica en italiano, francés, inglés y español.

El texto, de 26 páginas, que prosigue la reflexión de la misión educativa que trató en dos documentos precedentes sobre el tema de la identidad y de la misión, por una parte del laico católico, y por otra de los consagrados en la escuela, fue presentado por el prefecto y el subsecretario del dicasterio, el cardenal Zenon Grocholewski y por monseñor Zani.

Comunión en la escuela católica hacia dentro y hacia fuera: es la clave las orientaciones del dicasterio, consciente de la multiplicación en la sociedad actual de puntos de referencia cada vez menos compartidos, del individualismo y del relativismo moral.

La escuela católica “se propone como una comunidad educativa que no sólo se reconoce en un determinado marco de valores –los valores evangélicos-- y los transmite, sino que vive y hace vivir una experiencia de comunión en la que esos valores se asumen como normas educativas”, puntualizó el profesor Roberto Zappalà, rector de los Liceos del Instituto Gonzaga de Milán.

Tres partes

A estas inquietudes quiere responder el documento en tres partes. En primer lugar, La comunión en la misión educativa subraya la raíz teológica y antropológica de la “comunión”.

El hombre está llamado a realizarse en la comunión con Dios y con los demás y la educación puede llevarse a cabo de verdad sólo en un contexto relacional y comunitario empezando por la familia y llegando a la escuela, que “se sitúa al lado de la familia” con carácter subsidiario, precisó el profesor Zappalà.

La segunda parte, Un camino de formación para educar juntos, muestra que hacer realidad esta especificidad de la escuela católica requiere promover entre los consagrados y los laicos la espiritualidad de la comunión.

La clave es que la escuela católica se hace promotora así de una “cultura de la comunión” transmitiendo la cultura no como medio de poder, sino como capacidad de comunión y de acogida de los hombres, de los sucesos, de las cosas, apunta el documento.

Este itinerario conduce a La comunión para abrirse a los demás, en la tercera sección. Su motor, recordó el profesor Zappalá, es que “la escuela católica participa de la misión de la Iglesia, y la Iglesia (como ha subrayado Benedicto XVI) no es jamás un fin en sí misma: existe para mostrar a Dios al mundo, existe para los demás”.

De igual modo, “la escuela católica existe para el mundo entero y es constructora de una comunión abierta al mundo entero”, concluyó.

fuente: forumlibertas

03 enero 2008

1/08: Evangelización

NOTA DOCTRINAL SOBRE ALGUNOS ASPECTOS EVANGELIZACION


El 14 de diciembre se ha publicó la Nota Doctrinal acerca de algunos aspectos de la Evangelización, elaborada por la Congregación para la Doctrina de la Fe. La Nota va acompañada de un resumen explicativo cuyos puntos centrales ofrecemos a continuación.

”La Nota Doctrinal -dice el resumen- está dedicada principalmente a la exposición del concepto de la misión evangelizadora cristiana como la entiende la Iglesia Católica, que es la de anunciar el Evangelio de Jesucristo".

"Hoy existe una "confusión creciente" sobre el mandato misionero de la Iglesia. Algunos opinan que "cualquier intento de convencer a otras personas en cuestiones religiosas sea un límite a la libertad", sugiriendo que baste "invitar a las personas a actuar según su conciencia" y "ayudar a los seres humanos a ser más humanos o más fieles a la propia religión, para construir comunidades capaces de obrar por la justicia, la libertad, la paz, la solidaridad", sin apuntar a la conversión a Cristo y a la fe católica".

"Otros sostienen que no se debe promover la conversión a Cristo porque es posible salvarse "sin un conocimiento explícito de Cristo y sin una incorporación formal a la Iglesia".

En el ámbito de las implicaciones antropológicas, el resumen observa que "algunas formas de agnosticismo y relativismo niegan la capacidad humana de conocer la verdad, mientras la libertad humana no puede desvincularse de su referencia a la verdad".

"No nos podemos dedicar a la búsqueda de la verdad contando solo con nuestras fuerzas -prosigue el documento-, ya que esa búsqueda implica inevitablemente la ayuda de los demás y la confianza en el conocimiento que han recibido. Así, la enseñanza y el diálogo con que se pide a una persona, en plena libertad, que conozca y ame a Cristo, no es una "intromisión indebida" en la libertad humana, sino una "oferta legítima y un servicio que puede hacer más fecundas las relaciones entre los seres humanos".

”Con la evangelización, las culturas se enriquecen positivamente con las verdades del Evangelio. Del mismo modo, con la evangelización, los miembros de la Iglesia Católica se abren a recibir los dones de otras tradiciones y culturas".

"Cualquier intento de diálogo que comporte la coacción o una instigación impropia, irrespetuosa de la dignidad y la libertad religiosa de los dos actores del diálogo, no puede subsistir en la evangelización cristiana".

Refiriéndose a las implicaciones eclesiológicas, el resumen afirma que "para la evangelización cristiana "la incorporación de nuevos miembros a la Iglesia no es la extensión de un grupo de poder, sino la entrada en la amistad con Cristo, que une el cielo y la tierra, continentes y épocas diferentes".

Fuente: Vis