08 junio 2007

056/07: Testimonio de Kaká, jugador de fútbol


“Mi mujer y yo elegimos llegar castos al matrimonio”recuerda Kaká


El mejor futbolista del mundo y líder del Milan reivindica la abstención y la fidelidad: “La primera noche fue bellísima”, dice en una entrevista
Kaká, el astro brasileño considerado actualmente el mejor futbolista del mundo, confirmó este martes, 5 de junio, su fidelidad al Milan y cerró sus puertas al Real Madrid. Su sentido de la fidelidad, sin embargo, no se limita a lo meramente deportivo.

En una entrevista para la revista Vanity Fair, Ricardo Izecson dos Santos Leite, más conocido como Kaká, reivindica el valor de la abstinencia y la fidelidad: “No fue fácil llegar al matrimonio sin haber estado nunca con una mujer”, reconoce el futbolista.

Nacido el 22 de abril de 1982 en Brasilia (Brasil), Kaká es de nacionalidad portuguesa y proviene de una familia de clase media. Siempre se ha destacado por su comportamiento ejemplar, dentro y fuera del terreno de juego.

El mes pasado conquistó con el Milán la Liga de Campeones de Europa. Debutó como futbolista en 2001, con el Sao Paulo FC, y actualmente juega como mediopunta en el club italiano.

“Castos al matrimonio”

“Mi mujer y yo elegimos llegar castos al matrimonio. La Biblia enseña que el verdadero amor se alcanza sólo con la boda, con el intercambio de sangre, el que la mujer pierde con la virginidad. Para nosotros la primera noche fue bellísima”, comenta Kaká en la entrevista.

Vanity Fair que sale a la venta en los quioscos este miércoles, recoge en la entrevista el sacrificio que supuso para Kaká esperar a la noche de bodas: “Claro que me pesó, soy un joven normal. No fue fácil llegar al matrimonio sin haber estado nunca con una mujer”.

“Con Caroline (su mujer) nos besábamos y el deseo existía, pero siempre supimos retenernos. Si hoy nuestra vida es tan bella, creo que es porque hemos sabido esperar”, añade.

Prueba de amor

El jugador también explica cómo conoció a la que hoy es su esposa, Caroline Celico: “Fue en una fiesta en Sao Paolo. Mi padre y su madre, Rosangela Lyra, administradora delegada de la firma Christian Dior en Brasil, se conocían y nos presentaron. Intercambiamos el número de teléfono, después fui a buscarla para su cumpleaños”.

“Cumplía 15 años, yo tenía 19. Pero en Brasil ya era famoso y, en 2002, a la vuelta de la victoria en el mundial, nos hicimos novios. A los 20 años ya pensaba en el matrimonio, siempre lo he hecho. Pero tuvimos que esperar tres años: uno en Brasil y dos estando lejanos, pues vine a jugar al Milán y ella era demasiado joven para seguirme. Pero ese periodo fue importante, puso a prueba nuestro amor”, concreta.

Kaká contrajo matrimonio con Carolina el 23 de diciembre de 2005, en una ceremonia religiosa oficiada por una iglesia evangélica a la que acudieron el seleccionador de fútbol brasileño Carlos Alberto Parreira y varios jugadores, además de autoridades civiles y deportivas del país.

Entre los invitados estaban los jugadores de la selección brasileña Ronaldo, Julio Baptista, Ricardinho, Roque Júnior, Ze Roberto y sus compañeros del Milán Cafú y Dida.

“Evitar las tentaciones”

Kaká, persona de fuertes convicciones religiosas, confiesa que trata de “evitar las tentaciones”: “Existen siempre, pero intento evitarlas. Desde que estoy en Italia no he ido nunca a discotecas, salvo a las fiestas del Milán y siempre con mi mujer”.

“Entre nosotros, cuando ella estaba aún en Brasil, había un pacto: libres de salir con los amigos, pero a medianoche se vuelve a casa y se telefonea. Caroline y yo hemos hecho muchos sacrificios”, concluye Kaká.

“La mano de Dios”

La estrella brasileña de fútbol profesa una inquebrantable fe en Jesús y pertenece a la asociación Atletas de Cristo, fundada a finales de los 70. El representante europeo de esta asociación, Jaime Garrido, afirmaba recientemente: “No somos una religión nueva, somos una asociación espiritual para ayudar a los deportistas, le damos mucha importancia a la familia”.

Tras un accidente en una piscina que estuvo a punto de dejar paralítico a Kaká, éste afirmó a su llegada al Milan que Dios le ayudó a salir del trance: “Me rompí la sexta vértebra, pero vi la mano de Dios”, aseguraba entonces.



Fuente: ForumLibertas