El Sínodo aclara un malentendido: la Palabra de Dios no es sólo la Biblia
Uno de los argumentos más afrontados hasta ahora
CIUDAD DEL VATICANO, martes 7 de octubre de 2008 (ZENIT.org).- La Palabra de Dios es mucho más que la Biblia. Ésta es uno de las afirmaciones más repetidas en los primeros dos días de este Sínodo.
La aclaración asumió un espacio fundamental en la relación general que pronunció este lunes el cardenal Marc Ouellet, P.S.S., arzobispo de Quebec, relator general en la asamblea, quien dilucidó un malentendido histórico: el cristianismo no es religión del Libro.
"La Palabra de Dios significa antes que nada Dios mismo que habla, que expresa en sí mismo el Verbo divino que pertenece a su misterio íntimo", aclaró.
Esta Palabra, dijo en su larga relación pronunciada en latín, sentado junto al Papa en el aula del Sínodo de los Obispos, habla de manera particular y al mismo tiempo dramática en la historia de los hombres, en especial, de la elección de un pueblo, de la ley de Moisés y de los profetas, aseguró.
Acompañando sus palabras con imágenes tomadas del arte, que eran proyectadas en grandes pantallas en el Sínodo, el purpurado canadiense explicó que, después de haber hablado Dios de muchas maneras, la Palabra "resume y corona todo de una manera única, perfecta y definitiva en Jesucristo".
De manera que la Palabra no es un simple texto escrito, insistió, es el mismo amor de Dios hecho hombre en Cristo.
Esto significa, subrayó, que la Palabra de Dios establece una relación de amor, pues interpela directamente al hombre.
El cardenal William Joseph Levada, había tomado poco antes la palabra para explicar que "existe una inseparable unidad entre la Sagrada Escritura y la Tradición, ya que ambas proceden de una misma fuente".
"La Sagrada Escritura es la palabra de Dios en cuanto se consigna por escrito bajo la inspiración del Espíritu Santo, y la Sagrada Tradición transmite íntegramente a los sucesores de los Apóstoles la palabra de Dios, a ellos confiada por Cristo Señor y por el Espíritu Santo para que, con la luz del Espíritu de la verdad la guarden fielmente, la expongan y la difundan con su predicación", aclaró el sucesor del cardenal Joseph Ratzinger, citando la Dei Verbum del Concilio Vatiano II, 9).
Las intervenciones de los padres sinodales comenzaron este lunes, con el cardenal Angelo Sodano, decano del Colegio Cardenalicio, quien pidió al Sínodo no reducir la Palabra a la escrita, "contenida en la Biblia, sino que también comprende la Palabra oral, contenida en la Tradición de la Iglesia".
La necesidad de no reducir la Palabra a la Biblia ha sido el argumento más citado en la primera sesión de intervenciones ante la asamblea general, que tuvo lugar este lunes.
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