Escribo estas líneas por mi hijo de 8 años
Me he decidido a escribir estas líneas gracias a mi hijo de 8 años y a mi propia historia. Íbamos en el coche y la radio daba una información sobre las declaraciones de un político que hablaba del derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo y del derecho a abortar. Mi hijo de forma espontánea me preguntó, literal ¿por qué las mamás matan a los niños que llevan en la barriga? ¿tu también me hubieras podido matar y no habría pasado nada, verdad? No supe que contestar porque yo también aborté hace 20 años… En aquella época, a pesar de no haber tantas facilidades como ahora, pude abortar en un centro público apoyándome en el primer supuesto de riesgo para la salud mental, puesto que físicamente estaba perfecta y tenía una edad óptima, 26 años. Ingresé en el centro por la noche, y a la mañana siguiente a primera hora me hicieron un IVE (Interrupción Voluntaria del Embarazo). A las 21 h. salía del centro por mi propio pie, ya estaba solucionado el “problema” que no me dejaba dormir y que el médico consideró que afectaba a mi salud mental. Con los años, y sobre todo cuando tienes hijos, tomas conciencia de lo que realmente hiciste aquel día. Calculas mentalmente la edad que tendría ese hijo no nacido, si se parecería a sus hermanos, si hubiera sido niño o niña …, pero lo más importante, como explicar con argumentos entendedores a mi hijo de 8 años el por qué lo tuve a él y no a su hermano mayor. Tengo sobrinas de edades comprendidas entre los 24 y 26 años que me cuentan que tienen amigas que han abortado una o incluso dos veces. Que para ellas abortar es algo “natural” porque está aceptado por la sociedad, por los políticos que salen en la televisión, por médicos, por aquel artista tan bueno del cual es una fan incondicional…. Soy una profesional de éxito, estoy casada y tengo dos hijos. No me considero una “carca” y la verdad es que no sabría como definirme, no soy conservadora ni progre, solo intento ser persona cada día. A todas las mujeres que quieren abortar les diría: 1- Cuando una mujer es madre se da cuenta que todas las cosas que antes consideraba importantes, pasan a un segundo plano. 2- Un hijo no te hipoteca, sencillamente te enfrenta a una realidad que quizás no planeabas, pero como todo en esta vida hay que afrontarlo con coraje y responsabilidad. Quizás sea la decisión más importante y trascendente que hayas de tomar. Mi vida programada por su vida. 3- Si decides abortar piensa por un momento en aquella “cosita” que tan solo mide unos milímetros y que te necesita a ti para poder ser. 4- Las mujeres tendríamos que unirnos e iniciar una revuelta social y en lugar de pedir más facilidades para abortar, exigir más ayudas efectivas para poder “realmente” decidir sobre nuestro cuerpo y el bebé que esperamos. 5- Se habla de la salud mental de las mujeres que se quedan embarazadas y no desean tener a su hijo, pero no se habla de las repercusiones psíquicas en las mujeres que un día abortaron. Yo, personalmente, he quedado marcada para toda la vida.
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