.....Lo que es meta y obligación para todos lo es también para Obama, por eso, lo que se le exige que tenga presente es también una referencia para cada país y cada persona.
.....Las indicaciones que señalan los obispos de los Estados Unidos puede ser muy válidas para proponer trabajos a los alumnos.
Los 8 retos para la presidencia de Barack Obama, según los obispos estadounidenses
Los prelados prometen “hacer de este periodo de cambio nacional un tiempo de avance hacia el bien común y defender la vida y dignidad de todos”
Tras el juramento realizado por Barack Obama el pasado martes, 20 de enero, se abre una nueva y difícil etapa para los Estados Unidos. Así se lo han recordado al nuevo presidente los obispos estadounidenses, que plantean a Obama hasta ocho retos de futuro.
En un mensaje presentado como “agenda para el diálogo y la acción”, firmado en nombre de los prelados por el cardenal Francis George de Chicago, presidente de
Una carta similar fue enviada al vicepresidente Joseph Biden y a cada miembro de la cámara baja del Parlamento, según informa la agencia ZENIT.
Estas son las cuestiones fundamentales para los obispos norteamericanos, extraídas de sus escritos:
1. Defensa de la vida y el bien común. Los obispos prometen “hacer de este periodo de cambio nacional un tiempo de avance hacia el bien común y defender la vida y la dignidad de todos”.
2. Ante la crisis, afrontar las injusticias. Los prelados instan a “fuertes, prudentes y efectivas medidas para afrontar el terrible impacto y las injusticias de la crisis económica”.
3. Sanidad para todos. En cuanto al servicio de salud, piden una “cobertura verdaderamente universal de los servicios sanitarios”.
También demandan un liderazgo estadounidense continuado en la lucha contra el VIH-sida y otras enfermedades con modos que sean a la vez “efectivos y moralmente adecuados”.
4. Defensa de la vida en todas sus etapas: contra el aborto y la eutanasia. Al mismo tiempo, vuelven a insistir en la necesidad de “que se proteja toda vida humana, incluyendo la vida prenatal” y que también incluya “una diversidad de opciones que aseguren el respeto a las convicciones de pacientes y proveedores”.
Prometen trabajar para proteger las vida de los miembros más vulnerables y sin voz de la familia humana, especialmente niños no nacidos, personas con minusvalía o enfermos terminales.
“Defenderemos con contundencia el derecho fundamental a la vida desde la concepción hasta la muerte natural”, dicen, así como “animaremos a todos y cada uno a buscar un común acuerdo para reducir el número de abortos con métodos que afirmen la dignidad de las mujeres embarazadas y sus hijos no nacidos”.
Dicen que “se opondrán a otras medidas legislativas que amplíen el aborto” y trabajarán “para conservar políticas, ampliamente apoyadas, que muestren respeto por la vida no nacida, protejan los derechos de conciencia de los proveedores de atención sanitaria y de otros estadounidenses, y se mostrarán en contra de la financiación gubernamental al aborto y a su promoción”.
Advierten, por último, que “los esfuerzos por forzar a los estadounidenses a financiar abortos con sus impuestos pueden ser una grave apuesta moral y poner en riesgo la necesaria reforma sanitaria”.
5. Acabar con los conflictos bélicos y la persecución religiosa. En cuanto a los conflictos internacionales, los prelados subrayan la necesidad de “una transición responsable en un Irak libre de persecución religiosa”.
También urgen a que se realicen esfuerzos para “un final del conflicto violento y una justa paz en Tierra Santa”.
6. Atender la voz de los más pobres. En sus escritos, los obispos prometen “ser voz de los pobres y los vulnerables de nuestro país y de todo el mundo que serán los más adversamente afectados por todas las amenazas del medio ambiente”.
Piden la reparación de “un sistema de inmigración roto que daña tanto a nuestro país como a los inmigrantes”.
Afirman que tal reforma “debe incluir un itinerario hacia conseguir la ciudadanía con atención al hecho de que el comercio internacional y las políticas de desarrollo influencian las oportunidades económicas en los países de procedencia de los inmigrantes”.
Los obispos dieron la bienvenida al “compromiso para reforzar a los grupos confesionales como colaboradores efectivos en la superación de la pobreza y otras amenazas a la dignidad humana”.
La relación con estos grupos, dicen, “no deben animar al Gobierno a abandonar sus responsabilidades, ni requerir a los grupos religiosos que abandonen su identidad y su misión”.
7. Defensa del matrimonio. Subrayan los obispos su apoyo al matrimonio que, afirman, es “una unión confiada, exclusiva y por toda la vida de un hombre y una mujer y debe permanecer tal en la ley”.
8. Educación acorde a las convicciones. Sobre educación, los obispos prometieron “seguir apoyando iniciativas que proporcionen recursos a todos los progenitores, especialmente a quienes tienen medios modestos, para poder elegir la educación que mejor responda a las necesidades de sus hijos”.
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