Kezman, goleador: “Antes me daban pena los monjes, ahora envidio su servicio a Dios”
El delantero del Fenerbahce turco, Bota de Plata 2003, dice que “Dios le ayuda” contra sus adicciones.
Fue Bota de Plata en 2003, conflictivo y adicto a los tatuajes. Sin embargo, el goleador Mateja Kezman proclama ahora su religiosidad y asegura que “antes sentía pena por los monjes, pero ahora les envidio su estilo de vida y su servicio al Señor”.
El hasta hace poco díscolo delantero, actualmente en las filas del Fenerbahce de Estambul, afirma también que “merced a la ayuda de Dios” ha conseguido superar su adicción a los tatuajes.
Kezman, con ocasión de la celebración este lunes, 7 de enero, de la Navidad en Serbia, siguiendo la tradición del calendario juliano que aplica la Iglesia cristiano-ortodoxa, confesó que le atrae la vida de monje: “antes, visitando monasterios, sentía pena por los monjes, pero ahora les envidio su estilo de vida. Es lo máximo del servicio al Señor. Es muy difícil vivir en este mundo y respetar todos los mandamientos de Dios”, dijo.
“Rezando con el Señor”
El que fuera gran goleador del PSV y que disputó la Bota de Oro en 2003 a Roy Makaay, quien al final se alzó con el triunfo, dijo que pasó la Navidad en un hotel turco “solo con el Señor, rezando”. “Quería haber estado con mi familia, pero tuve compromisos con mi equipo”, añadió.
El jugador de 28 años admitió que ayuna regularmente todos los miércoles y viernes y que su fe es cada vez mayor: “Intento pasar el mayor tiempo posible pensando en Dios y visito monasterios siempre que puedo. Estoy agradecido a Dios por haberme permitido conocer la fe y estar en compañía de la gente que sirve a Él”.
Kezman admitió también su adicción a los tatuajes: “Sí, es mi vicio. Otros tienen el vicio del alcohol, tabaco o mujeres, mientras en mi caso son los tatuajes”.
“Sin embargo, siento que me obsesionan cada día menos, merced a la ayuda de Dios”, continuó el astro serbio y futbolista más caro en la historia del Fenerbahce, que pagó 15 millones de euros al Atlético en el 2006.
Con sus declaraciones, Kezman viene a sumarse a otros futbolistas de élite que han proclamado públicamente su religiosidad, como es el caso del brasileño Kaká, quien ha mostrado su disposición a ser “pastor evangélico” cuando cuelgue las botas.
“Me gustaría mucho. Es un recorrido de mucho empeño. Hay que estudiar teología, seguir un curso, profundizar en las enseñanzas de la Biblia. Un pastor evangélico lee la Biblia y transmite sus preceptos”, dijo Kaka recientemente en una entrevista al mensual italiano GQ.
El virtuoso futbolista brasileño considera que en la sociedad actual “no es fácil aplicar las cosas escritas hace miles de años”. “Pero es el deber de un buen pastor, actualizar las enseñanzas de la Biblia”, añadió Kaka en la entrevista.
1 comentario:
ke lindo es kaka ... inspirador ^^
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