Los científicos no pueden negar que hay vida humana desde la concepción y el comité nombrado para el apoyo de la nueva Ley del Aborto, apoya al Gobierno pero dice que hay vida humana desde el principio.
El despropósito de todo esto es conveniente que puedan valorarlo los alumnos para que tengan criterios ciertos sobre la realidad de las leyes que regulan ahora lo referente a la vida humana, la familia y la sexualidad
El despropósito de todo esto es conveniente que puedan valorarlo los alumnos para que tengan criterios ciertos sobre la realidad de las leyes que regulan ahora lo referente a la vida humana, la familia y la sexualidad
El órgano asesor, aunque apoya el grueso de la nueva ley del aborto del Gobierno, entiende que la gestación de un embrión ya admite la existencia de una vida humana
El Comité de Bioética de España (CBE) dice que hay vida humana desde el momento de la concepción. En referencia a la nueva ley del aborto del Gobierno de Rodríguez Zapatero, el CBE ha hecho público un documento por el que establece el momento en el que se puede considerar que un feto es un ser humano, y es desde su propia gestación. De esta forma desmonta la estrategia socialista que niega la existencia de un ser humano en las etapas embrionarias del feto.
El Comité admite que se puede discutir sobre si debería prevalecer o no el derecho de la madre sobre el del feto pero no que en él ya haya indicios de que se trata de un ser humano lo cual constituye una discrepancia radical con las tesis del PSOE.
Este organismo es de carácter consultivo e independiente aunque está adscrito al Ministerio de Ciencia e Innovación. El documento respalda la Ley del Gobierno en todos sus términos, incluso en que las niñas de 16 y 17 años puedan abordar sin el consentimiento paterno aunque, por otro lado, también encuentra indicios de vida humana en el embrión.
Un debate con múltiples visiones
El CBE entiende que “la discusión alcanza a diversos planos de la realidad del embrión y del feto y en ella deberían considerarse tanto el estatuto biológico como los estatutos ontológico, antropológico, ético y jurídico”. Aunque también constata como desde la ciencia “es posible hacer formulaciones objetivas sobre la realidad biológica de la vida humana y su desarrollo”, el CBE aborda los cuatro momentos ‘relevantes’ científicamente hablando de la constitución de una vida en gestación y asume que “es evidente que cualquier opción que regule el aborto no deja satisfechos a quienes estiman que el valor de la vida del embrión o del feto debe prevalecer absolutamente sobre la dignidad de la mujer entendida como el derecho a autodeterminar su vida sexual y reproductiva y a resolver el conflicto interno en el que pueda encontrarse a consecuencia del embarazo”
“Son, por consiguiente, dilemas éticos y jurídicos que ponen de manifiesto tanto la dificultad de pasar de la descripción de los hechos empíricos a las prescripciones, como de la dificultad de describir los hechos utilizando el mismo lenguaje e idénticos significados”, precisa el Comité.
El CBE está formado por expertos científicos de diferentes áreas de la ciencia y la medicina, lo constituyen Victoria Camps Cervera –como presidenta-, Carlos Alonso Bedate –como vicepresidente-, Carmen Ayuso García, Jordi Camí Morell, María Casado González, Yolanda Gómez Sánchez, César Loris de Pablo, José Antonio Martín Pallín, César Nombela Cano, Marcelo Palacios Alonso, Carlos María Romeo Casabona y Pablo Simón Lorda.
¿Qué hacer con la vida humana?
Después de la opinión manifestada por el Comité de expertos cabe preguntarse cómo hay que tratar a la vida humana una vez se acepta que el feto es una vida humana.
De aquí resulta una segunda cuestión de fondo en la que incide esta afirmación: ¿cómo hay que tratar a la vida humana dependiente? La cuestión es muy importante ya que es evidente que un feto no tiene en este momento una inteligencia desarrollada, aunque eso no significa que no sea una persona en el sentido de personalización. Por la pregunta es imprescindible porque, ¿cuántas personas adultas vivas están, pero es como si no estuvieran debido a enfermedades mentales?
En gran medida, en muchos estadios de nuestra vida somos dependientes, como por ejemplo en estados de enfermedad. Una vida que está creciendo en el vientre materno es dependiente durante nueve meses de la madre y posteriormente necesita de cuidados. Pero esto no es específico de los no nacidos.
Hay circunstancia en la vida en las que una situación de dependencia puede ser reversible –por ejemplo un coma- o irreversible –un diagnóstico de alzhéimer-; el feto se encuentra en una situación reversible. ¿Significa esto que una vida tiene más valor que otra, o que un estado de dependencia es más legítimo que otro?
El Comité de Bioética de España (CBE) dice que hay vida humana desde el momento de la concepción. En referencia a la nueva ley del aborto del Gobierno de Rodríguez Zapatero, el CBE ha hecho público un documento por el que establece el momento en el que se puede considerar que un feto es un ser humano, y es desde su propia gestación. De esta forma desmonta la estrategia socialista que niega la existencia de un ser humano en las etapas embrionarias del feto.
El Comité admite que se puede discutir sobre si debería prevalecer o no el derecho de la madre sobre el del feto pero no que en él ya haya indicios de que se trata de un ser humano lo cual constituye una discrepancia radical con las tesis del PSOE.
Este organismo es de carácter consultivo e independiente aunque está adscrito al Ministerio de Ciencia e Innovación. El documento respalda la Ley del Gobierno en todos sus términos, incluso en que las niñas de 16 y 17 años puedan abordar sin el consentimiento paterno aunque, por otro lado, también encuentra indicios de vida humana en el embrión.
Un debate con múltiples visiones
El CBE entiende que “la discusión alcanza a diversos planos de la realidad del embrión y del feto y en ella deberían considerarse tanto el estatuto biológico como los estatutos ontológico, antropológico, ético y jurídico”. Aunque también constata como desde la ciencia “es posible hacer formulaciones objetivas sobre la realidad biológica de la vida humana y su desarrollo”, el CBE aborda los cuatro momentos ‘relevantes’ científicamente hablando de la constitución de una vida en gestación y asume que “es evidente que cualquier opción que regule el aborto no deja satisfechos a quienes estiman que el valor de la vida del embrión o del feto debe prevalecer absolutamente sobre la dignidad de la mujer entendida como el derecho a autodeterminar su vida sexual y reproductiva y a resolver el conflicto interno en el que pueda encontrarse a consecuencia del embarazo”
“Son, por consiguiente, dilemas éticos y jurídicos que ponen de manifiesto tanto la dificultad de pasar de la descripción de los hechos empíricos a las prescripciones, como de la dificultad de describir los hechos utilizando el mismo lenguaje e idénticos significados”, precisa el Comité.
El CBE está formado por expertos científicos de diferentes áreas de la ciencia y la medicina, lo constituyen Victoria Camps Cervera –como presidenta-, Carlos Alonso Bedate –como vicepresidente-, Carmen Ayuso García, Jordi Camí Morell, María Casado González, Yolanda Gómez Sánchez, César Loris de Pablo, José Antonio Martín Pallín, César Nombela Cano, Marcelo Palacios Alonso, Carlos María Romeo Casabona y Pablo Simón Lorda.
¿Qué hacer con la vida humana?
Después de la opinión manifestada por el Comité de expertos cabe preguntarse cómo hay que tratar a la vida humana una vez se acepta que el feto es una vida humana.
De aquí resulta una segunda cuestión de fondo en la que incide esta afirmación: ¿cómo hay que tratar a la vida humana dependiente? La cuestión es muy importante ya que es evidente que un feto no tiene en este momento una inteligencia desarrollada, aunque eso no significa que no sea una persona en el sentido de personalización. Por la pregunta es imprescindible porque, ¿cuántas personas adultas vivas están, pero es como si no estuvieran debido a enfermedades mentales?
En gran medida, en muchos estadios de nuestra vida somos dependientes, como por ejemplo en estados de enfermedad. Una vida que está creciendo en el vientre materno es dependiente durante nueve meses de la madre y posteriormente necesita de cuidados. Pero esto no es específico de los no nacidos.
Hay circunstancia en la vida en las que una situación de dependencia puede ser reversible –por ejemplo un coma- o irreversible –un diagnóstico de alzhéimer-; el feto se encuentra en una situación reversible. ¿Significa esto que una vida tiene más valor que otra, o que un estado de dependencia es más legítimo que otro?
www.ForumLibertas.com, 09/10/2009
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