Cindarella Man
Por Gustavo de Prado´
Arvo Net
Casablanca Comunicación
Dirección: Ron Howard.
Intérpretes: Russell Crowe, Renée Zellwegger, Paul Giamatti.
Duracion: 144 m. Género: Drama.
Valoración: Mayores de 13 años. Violencia. Calidad técnica: Muy buena.
James J. Braddock, antigua promesa del boxeo, malvive durante la depresión del 29 trabajando en un muelle para alimentar a su familia. Un día su manager le ofrece una nueva oportunidad.
La película queda en cierto modo estropeada por el abuso de los tópicos de superación, tanto personales como deportivos. Pero consigue elevarse sobre ellos gracias a la ambientación.
Situada en el escenario de la Gran Depresión, en el crack del 29, en los duros años de crisis siguientes, Braddock y su esposa se configuran como personajes de elevada talla moral. Sobre todo pasan hambre. Pero en ningún momento pierden los papeles. Saben cómo enfocar sus problemas, sin obviar las discusiones, y educan a sus hijos conforme a sus ideas. La escena en que Braddock obliga a devolver a su hijo la carne robada es harto elocuente. No todas las subtramas consiguen integrarse igual de bien. Por ejemplo, el funeral del amigo, aunque busca un efecto dramático posterior, parece una escena un tanto forzada.
Por otro lado, en la dirección, Ron Howard es ampuloso, tendente a lo sentimental, recargado en su planificación. Los preludios al combate final están tan llenos de exageración que dan ganas de pedir que pare.
Pero ocurre algo que pocas veces se ve en una sola película: dos interpretaciones tan descomunalmente magistrales como las de Russell Crowe y Paul Giamatti. El primero sobre el ring, el segundo abajo, elaboran un trabajo sensacional, sostienen la película entera y lanzan ganchos a la cámara imposibles de fintar. Atrapan sin remedio de principio a fin. Renée Zellwegger aunque mantiene sus mohines habituales exhibe un registro más amplio que en anteriores películas. Logran un puñado de buenas escenas: la llegada de la señora Braddock a la casa del manager, Braddock acercándose a pedir dinero a los magnates del boxeo, el visionado de la película del rival, los diálogos de vestuario entre boxeador y entrenador…
Si la primera hora se centra en describirnos los años de la Depresión con una reconstrucción de época bastante lograda, después llegan los puñetazos y cambia la dirección de las emociones. En conjunto, es inevitable descubrir ciertas debilidades, pero logra subsanarlas con un buen puñado de buenas ideas, excelente caracterización de los personajes e interpretaciones absolutamente geniales.
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