En 1988, la prueba del Carbono 14 sentenció que la Sábana Santa, el lienzo que según la tradición envolvió el cadáver de Jesús, era una falsificación realizada en torno al año 1260. Sin embargo, científicos italianos han demostrado que la prueba del Carbono 14 no funcionó y los laboratorios escondieron su error.
El vaticanista italiano Marco Tossati ha repetido todos los cálculos realizados y confirma que la prueba no fue válida: "Los laboratorios no publicaron muchos datos. Y con los que publicaron se ve que hubo un error de cálculo. Un error que parece minúsculo, pero que es colosal porque hace que el margen de fiabilidad de toda la prueba esté muy por debajo del mínimo que los laboratorios habían declarado".
Para realizar la prueba del Carbono 14 se recortaron ocho centímetros de la Sábana Santa y se entregaron a tres laboratorios. Cada uno haría la prueba por su cuenta y establecería la fecha.
El problema es que cada laboratorio obtuvo datos totalmente diferentes: "No estamos hablando de religión sino de números, que no dejan margen de discusión. Las cifras son las que son: El examen no fue fiable. Y nos deben explicar por qué. Han obtenido resultados tan poco homogéneos que no podían dar por válida la prueba".
Los arqueólogos no consideran definitiva la prueba del Carbono 14. Normalmente, se comparan con otros análisis. Se trata de un dato que conocen perfectamente los laboratorios que analizaron la Sábana Santa.
Tossati insiste: "Los mismos laboratorios han tenido también fracasos clamorosos en otras ocasiones. Han establecido que el mantel de su casa, cosido por su suegra, tenía 300 años. O que una momia de Ibis tenía los huesos del 1.500 antes de Cristo y las vendas que los cubrían eran del 200 después de Cristo".
Hasta ahora, sólo el Carbono 14 había dicho que la Sábana Santa es una falsificación: Todos los demás análisis científicos apuntaban a que podría tratarse del lienzo que envolvió el cuerpo de Cristo, de modo que lo que se pone en duda no es la datación habitual de la Síndone sino el resultado obtenido con el carbono-14 y, por tanto, la inexactitud de este sistema en algunos casos.
Otras pruebas nucleares y biofísicas
que desmienten al Carbono 14
El biofísico francés Jean-Bautise Rinaudo, investigador de medicina nuclear del Laboratorio de Biofísica de la Facultad de Medicina de Montpellier, formuló una hipótesis que explicaría al mismo tiempo cómo se formó la imagen monocroma ―que nadie ha logrado explicar ni reproducir hasta el día de hoy con todas sus características― y por qué ante el carbono-14 la tela fue rejuvenecida 13 siglos.
El profesor Rinaudo probó primero la irradiación con un acelerador de partículas del Centro de Estudios Nucleares de Grenoble. Partiendo de la cantidad de neutrones que podrían haber rejuvenecido la Sábana en 13 siglos, irradió un tejido de lino con una cantidad igual de protones. De esta forma ha sido el primero en obtener un color semejante al del lienzo, con la misma oxidación superficial. La segunda experimentación consistió en irradiar durante 20 minutos un tejido de lino perteneciente a una momia egipcia del 3400 a.C., con la misma cantidad de neutrones, para ver si éste resultaba rejuvenecido ante el carbono 14. La prueba pudo realizarse, en el reactor de la central de energía atómica de Saclay y el tejido irradiado fue analizado en la Universidad de Toronto. ¡EI resultado fue espectacular!: la tela había rejuvenecido 500 siglos, con lo que la radiación la enviaba 46.000 años en el futuro. A partir de esta nueva "edad", Rinaudo pudo calcular con exactitud la cantidad de neutrones necesarios para provocar un rejuvenecimiento de 13 siglos: es exactamente la misma de la que él partió para lograr, por irradiación de protones, una quemadura análoga a la del lienzo de Turín.
Jean-Bautise Rinaudo, atribuye el origen de la imagen sindónica a una irradiación instantánea de protones emitidos por el cuerpo muerto del crucificado, bajo el efecto de una energía hasta ahora desconocida (evidentemente emanada en el momento de su resurrección). Rinaudo considera que los átomos implicados en este fenómeno -que ha podido reproducir experimentalmente- son los del deuterio, presentes en la materia orgánica, y formados por un protón y un neutrón. Los protones podrían haber formado la imagen, produciendo entonces una quemadura superficial, oscureciendo la tela por oxidación ácida de la celulosa. Los neutrones habrían irradiado el tejido, enriqueciéndolo en carbono 14 falseando la datación y la "rejuvenecerían" a la mirada de los analizadores, puesto que este "test" consiste en computar el tiempo tomando como referencia el grado de degradación de este elemento natural.
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